Las hojas y el aceite esencial obtenido de ellas.
Hoy día se lo cultiva en muchos países mediterráneos, en donde se los utiliza para desecar pantanos ya que tienen un crecimiento muy rápido, en algunos lugares se lo denomina árbol de la fiebre, ya que con su ayuda desaparece la malaria, debido que al secarse los pantanos se extinguen los mosquitos propagadores de la enfermedad. El eucalipto es un árbol que alcanza los 70 m de altura, su corteza es de color grisáceo. En los ejemplares jóvenes o en las ramas nuevas de los mas viejos las hojas ovaladas y delgadas se disponen opuestas, mientras que en las de mas edad lo hacen alternas, disponen entonces de un pociolo de doble grosor, son correosas y muy alargadas, en el enves de color verde azulado destaca el nervio principal que ramifica con ángulos agudos, uniéndose los nervios secundarios en uno marginal que rodea el borde. Las flores blanquecinas se desarrollan para dar frutos gruesos.
El eucalipto y sobre todo el aceite esencial es componente de numeroso específicos utilizados sobre todo contra la tos, la bronquitis y el asma, sin embargo, las hojas se emplean también en forma de te contra el asma y la bronquitis.
Esta infusión inhibe la formación de mocos en los bronquios, el aceite esencial desinfecta los pulmones y vuelve líquido al mucus denso. Mucho mas importante que el te es el aceite esencial. Es incalculable el número de preparados existentes utilizados como linimentos, para inhalaciones, y para ingestión, sobre todo contra los enfriados.
Debe considerarse como el principio activo más importante al aceite esencial del eucalipto. Otras sustancias tales como principios amargos, resinas, goma y similares productos acompañantes que carecen de efectos concretos.
En el de las hojas de eucalipto no se conocen efectos secundarios. Aunque el aceite debe usarse con mesura y cuidado. La acción irritante del mismo ha permitido observar la aparición de vómitos y diarrea.